miércoles, 18 de marzo de 2009

En quien confías??

Confías en tus propias fuerzas o confías en Dios?.

Salmo 33: 12 ¡Dios mío, tú bendices al pueblo que te reconoce como Dios! ¡Tú bendices a la nación que te acepta como dueño! 13-14 Desde tu trono en el cielo te fijas en toda la gente; desde tu trono vigilas a todos los habitantes del mundo. 15 Tú creaste la mente humana y sabes bien lo que todos hacen. 16 No hay rey que se salve por tener muchos soldados, ni hay valiente que se libre por tener mucha fuerza. 17 De nada sirven los caballos para ganar una guerra, pues a pesar de su fuerza no pueden salvar a nadie. 18 Pero tú cuidas siempre de quienes te respetan y confían en tu amor. 19 En tiempos de escasez, no los dejas morir de hambre. 20 Tú nos das tu ayuda; nos proteges como escudo. Por eso confiamos en ti. 21 Nuestro corazón se alegra porque en ti confiamos. 22 Dios nuestro, ¡que nunca nos falte tu amor, pues eso esperamos de ti!


Este salmo es hermoso, porque trasladando este pasaje al contexto actual se podría decir que de nada nos sirve el confiar en la seguridad que nos da las riquezas, nuestros títulos universitarios, la estabilidad de nuestros trabajos, ni nuestras estrategias o métodos para alcanzar objetivos.

Nada de lo anterior puede salvar nuestras almas, ni llenar el vacío de nuestro corazón; nada de esto nos puede dar felicidad completa. (mateo 16:26 Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?) Sin embargo, la persona que ha encontrado a Dios y tiene una relación personal con El ha encontrado La Vida. El camino que debemos recorrer en este mundo es pedregoso, árido y difìcil en muchos sentidos, pero si lo recorremos tomados de su mano, confiando en Su ayuda, agradeciendo siempre por su Amor y Misericordia, entonces este viaje no se nos hará tan tedioso, aburrido y complicado, sino que será un viaje con sentido, un viaje hacia el más allá, hacia la eternidad.

Cada problema que se presenta es una oportunidad de ver el Amor de Dios, de ver un milagro, de ver su misericordia. Después de las tormentas en nuestra vida, cuando miramos hacia atrás; nos damos cuenta que hemos aprendido algo, que hemos "crecido" en el algún sentido, nos damos cuenta que Dios permaneció con nosotros y aunque las cosas no salieron como esperábamos, Dios siempre estuvo con nosotros para consolarnos.



Alaba, alma mía, al Señor, y no olvides ninguno de sus beneficios.
3 Él perdona todos tus pecados y sana todas tus dolencias;
4 él rescata tu vida del *sepulcro y te cubre de amor y compasión;
5 él colma de bienes tu vida y te rejuvenece como a las águilas.
6 El Señor hace *justicia y defiende a todos los oprimidos.

8 El Señor es clemente y compasivo, lento para la ira y grande en amor.
9 No sostiene para siempre su querella ni guarda rencor eternamente.
10 No nos trata conforme a nuestros pecados ni nos paga según nuestras maldades.
Salmo 103:2-10

No hay comentarios: